Su pasión por el deporte, especialmente el fútbol, y el encuentro con el Padre Elio Pérez Tapia, marcaron el inicio de una de las experiencias más significativas de su vida. Aquel joven nacido en San Ignacio, Cajamarca, encontró en los salesianos una oportunidad para divertirse y pasar el tiempo jugando. «Yo llegué al aspirantado en Chosica por el fútbol. La idea era esa, mientras estudio, juego», expresa el P. Elmer Jaramillo, Salesiano de Don Bosco y actual Secretario Inspectorial de la Inspectoría «Santa Rosa de Lima».
Él, nos comparte el inicio de su vocación y cómo la figura del Padre Eugenio Pennati fue determinante en su camino. «Esa figura de acompañamiento espiritual me ayudó a entender qué era la vocación«.
Ser Salesiano
«Me enganché con los salesianos, entre otras cosas, porque no usaban hábitos y el estilo de vida que tenían», dice. La música, la lectura, la oración y otras tantas actividades que realizaban también lo impulsaron a decir: “Yo quiero ser salesiano”.
Mi vocación
Si no hay acompañamiento espiritual, la vocación puede desaparecer. Sin un referente que te diga las cosas de otras maneras, el camino no es significativo. Su camino vocacional va de la mano con la frase que Don Bosco escuchó en su sueño a los 9 años, pronunciada por aquella mujer de figura luminosa. «A su tiempo comprenderás todo”. El P. Elmer no le encuentra sentido a la vocación como un tema definido absolutamente, sino como un proceso gradual, sistemático, de aprendizaje y discernimiento constante.