Desde sus primeros pasos en el distrito de Magdalena del Mar, la Congregación Salesiana ha dejado una huella indeleble, expandiéndose con fervor y dedicación. Lo que comenzó como una pequeña parroquia, pronto floreció en una fecunda casa de formación, una parroquia vital, un vibrante centro juvenil, una dinámica escuela y un acogedor refugio para migrantes.
Una Parroquia: Centro de Espiritualidad y Comunidad
El majestuoso templo de la Congregación Salesiana, erigido en 1942, es un monumento de fe y devoción. Su arquitectura románica, coronada por una torre única, alberga en su fachada tres hornacinas con imágenes del Sagrado Corazón de Jesús, Don Bosco y el beato José Calasanz. Financiado mayormente por donaciones, este templo es el corazón de la Obra. Estratégicamente ubicado en la cuadra 5 de la avenida Grau, esta Parroquia congrega a cientos de fieles diarios para encontrarse como comunidad, ahora iluminada con resplandor arquitectónico nocturno. La Parroquia ha crecido con numerosas actividades para los fieles, animación de grupos, formación espiritual, acompañamiento, y comparte la presencia con otras Congregaciones e Instituciones religiosas.
Un Oratorio: Semilla de Esperanza para la juventud
El Oratorio, primera obra de Don Bosco, es un faro de esperanza para niños, niñas, adolescentes y jóvenes vulnerables. Desde aquí, surgen iniciativas en favor de la juventud, consolidando un espacio de apoyo y orientación. El Oratorio en Magdalena del Mar ha formado a miles de jóvenes, ofreciéndoles un patio para hacer amistad, vivir la formación catequística y, sobre todo, un espacio donde creció la amistad y la apertura a todos los jóvenes de la zona.
Casa del Migrante: Hogar para los que buscan refugio
La Casa de Acogida Don Bosco, en los ambientes de la que fuera la Casa de Formación de los futuros salesianos de Don Bosco, sigue brindando refugio y apoyo a jóvenes migrantes venezolanos entre 18 y 25 años. Una labor encomiable en beneficio de cientos de jóvenes que llegaron a lo largo de los últimos 7 años al Perú, directamente a Lima, con el único deseo de tener un trabajo, vivir dignamente y enviar algo de dinero a sus familiares en Venezuela. La Congregación Salesiana acogió a los migrantes, los formó, les dio casa y trabajo, y hoy son hombres de bien en la sociedad. Durante estos años han pasado más de mil jóvenes a quienes se les ha ofrecido un futuro de esperanza, gracias a la Congregación Salesiana del Perú y del mundo, quienes han ayudado con proyectos sociales.
Centro Catequético: Forjando Valores desde la Educación Religiosa
Desde su nacimiento en 1970, el Centro Catequético Salesiano de Lima ha sido un bastión de educación religiosa durante muchas décadas. Inspirado por el impulso del P. Ennio Leonardi y el P. Marino de Pra, este centro fortaleció la fe y los valores familiares. En 1984, el centro encontró el lugar de expansión en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Magdalena, gracias a generosas donaciones que lo equiparon y lo consolidaron como un pilar en la comunidad. Durante estos años, se han realizado proyectos de formación que han repercutido en la formación personal («Hazte cargo de tu vida»), a nivel familiar («Novios y Parejas») y proyectos de formación espiritual («Padre Nuestro»), solo por nombrar algunos.