Desde la misma Logia de la Basílica Vaticana donde tres días antes el papa León XIV se había presentado al mundo, el Santo Padre, en el cuarto Domingo de Pascua, domingo del Buen Pastor, relanzó el mismo vibrante llamamiento a la paz entre todos los pueblos.
“¡Nunca más la guerra!”,
Papa León XIV
“¡Nunca más la guerra!”, exclamó con vigor, después de haber guiado, por primera vez como pontífice, la recitación dominical del Regina Caeli.

El Papa invocó “una paz auténtica, justa y duradera” para el amado pueblo ucraniano; el cese del fuego y la liberación de los rehenes en la Franja de Gaza; y un acuerdo duradero entre India y Pakistán. “¡Pero cuántos otros conflictos hay en el mundo!
Confío este apremiante llamamiento a a Reina de la Paz para que sea ella quien lo presente al Señor Jesús y nos obtenga el milagro de la paz”.
El Santo Padre saludó finalmente a varios grupos de peregrinos y jubilares; y envió un pensamiento afectuoso “a todas las madres, con una oración por ellas y por aquellas que ya están en el cielo”, en consideración a la celebración, en Italia y en otros países del mundo, del Día de la Madre.