En esta ocasión, el P. Jaime Peidro, con 70 años como misionero en Perú, comparte su experiencia y, con orgullo, afirma ser el salesiano misionero más veterano de la Inspectoría.
¿Dónde nació tu vocación misionera?
En el Colegio Salesiano de Alcoy, en Alicante, España.
¿Cómo te enamoraste de las misiones?
A través de las obras teatrales que transmitían la vida y el mensaje misionero. Se me encendió el corazón cuando los misioneros llegaron a mi colegio.
¿Cuántos años llevas en Perú?
Soy el misionero más antiguo de la Inspectoría Salesiana, llegué hace 70 años.
¿A qué edad llegaste?
A los 19 años.
¿Dónde te formaste como salesiano?
Magdalena de Mar, como novicio.
¿Cuál es el rasgo que más te define?
Soy sacerdote, soy misionero del Señor.
¿Qué es ser misionero?
Compartir la Palabra del Señor donde te manden, donde estés.
¿Algo que no te pueda faltar?
A donde vaya, nunca dejo llevar el distintivo de ser sacerdote: el clériman.
¿Trabajó en la Amazonía?
No he sido el tipo de misionero que usualmente imaginamos, aquel que trabaja en la selva.
¿Algún recuerdo especial?
La teología la recibimos en Santiago de Chile, nada menos que con el P. Viganó, quien fue Rector Mayor.
¿En qué lugares estuviste?
Piura, Ayacucho, Lima – Breña, Cusco.
¿Algún rasgo esencial del misionero?
La honestidad.
¿Algún talento oculto?
Componer poemas para los hermanos de mi comunidad.
¿Cómo descubriste este talento?
El tiempo libre me permitió empezar a componer
¿Un mensaje final?
Para nosotros los salesianos, ustedes los jóvenes, son lo más importante de nuestras vidas.
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El testimonio del Padre Jaime me pareció muy bonito. Él contó que cuando era niño se emocionó mucho al ver a los misioneros en su colegio, y desde ahí quiso ser como ellos. Me parece admirable que haya venido al Perú tan joven y que haya estado en tantos lugares ayudando.