Hoy, en este Día de la Madre, quiero rendir un homenaje a todas las madres del Perú, que con amor y dedicación, día a día, siembran la fe en sus hijos y familias.
Como lo decía Don Bosco, «la ternura de una madre es el primer eco del amor de Dios en el corazón de un niño», y Mamá Margarita, madre de Don Bosco, nos enseñó que ser madre es una vocación sagrada, una misión de amor y de fe.
A todas las madres, les agradezco por su entrega y sacrificio, por ser las primeras educadoras en la fe.
Que María Auxiliadora las proteja y guíe en su misión de sembrar esperanza.
¡Feliz Día de la Madre!
P. Juan Pablo Alcas, sdb