En la primera casa salesiana del Perú, el Oratorio Salesiano del Rímac, se llevó a cabo una inolvidable celebración salesiana que contó con la participación de más de 250 personas. El patio del Oratorio acogió a sus hijos, quienes se reunieron para compartir y sumarse a las festividades que marcaban el inicio del bicentenario del «Sueño de los 9» de Don Bosco.
Una jornada que será recordada por la presencia de los jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano, animadores, oratorianos, exalumnos, padres de familia, así como los estudiantes de la promoción 2024 del Colegio San Francisco de Sales y diversos grupos pertenecientes a la Familia Salesiana del Perú. Este emotivo momento contó con la compañía de los salesianos de don Bosco, siendo el Padre Juan Pablo Alcas, Inspector, quien presidió la eucaristía.
Durante este encuentro, se manifestaron dos aspectos fundamentales: por un lado, la euforia, el entusiasmo, el baile y las risas; por el otro, la reflexión, el trabajo en equipo y el compromiso de seguir soñando, tal como lo hizo Don Bosco, nuestro fundador. Las puertas del Oratorio se abrieron a partir de las 4:00 p.m. para dar la bienvenida a los participantes, quienes llegaban llenos de alegría para compartir este momento especial. La Unión de Bandas de los Exalumnos Salesianos fue la encargada de iniciar la jornada con su contagiosa música. Tras finalizar este primer momento de recepción y animación, se llevó a cabo la Eucaristía, en clima juvenil.
Durante la homilía, el Padre Inspector, agradeció a todos por su presencia y reflexionó sobre el Evangelio planteando una pregunta significativa que dirigió a los jóvenes de manera especial: «¿Qué nos ofrece el mundo de hoy? Una felicidad pasajera, una felicidad que tiene un fin. Lo que Dios nos ofrece es la vida eterna», expresó. Al concluir, antes de despedirse, destacó: «Somos hijos de Dios, hijos de un soñador. Estamos destinados a una vida mucho más grande. El Sueño de los 9 años de Don Bosco es prueba de ello. En ese sueño, veremos otros caminos donde Dios nos susurra, nos va diciendo en el oído dónde está el camino de la felicidad”.
Luego de la misa, los participantes se dirigieron al auditorio para celebrar el tercer momento de la jornada, que contó con la intervención del P. Lalo y la animación de los jóvenes.
Bajo el título “¡Sueño cumplido!», se reflexionó sobre lo que el Sueño dejó como enseñanza y cómo, hoy en día, se debe aplicar en cada una de nuestras obras salesianas. Fue una invitación a renovar la misión salesiana. “Estamos para los jóvenes pobres abandonados y en peligro. Es necesario comprometernos, estar con los jóvenes. Acabó el tiempo de balconear o criticar desde el balcón”, expresó de manera eufórica el Padre Lalo. Finalmente mencionó, “la Congregación Salesiana es una congregación de jóvenes para jóvenes, los muchachos deben de ser evangelizados para evangelizar. La pelota está en nuestra cancha”.
Como fin de esta enriquecedora jornada, se presentó el cortometraje “El Sueño de Don Bosco 0.9” elaborado por el equipo del Centro Salesiano de Comunicación Social. En esta realización audiovisual, se muestra que el sueño de Don Bosco está más vivo que nunca en cada uno de nuestros niños y jóvenes de hoy. Posteriormente, llevó a cabo un sorteo de canastas navideñas, gracias al apoyo de la Fundación Don Bosco.
Gracias por su presencia, en especial a la de los jóvenes quienes con su espontaneidad, alegría y compromiso, nos enseñan que el sueño de Don Bosco se sigue construyendo día a día.
«El 2024, será un año lleno de celebraciones», finaliza el Inspector.