Con el corazón ardiente de caridad y el carisma salesiano como guía, el Grupo VOLARE perteneciente al Movimiento Juvenil Salesiano de Arequipa (MJS) realizó por segundo año consecutivo su Campaña de Invierno“2025”, visitando las alejadas comunidades de Totorany y Agua Buena, ubicadas a más de dos horas y media de la ciudad de Arequipa.
Previo a la partida, se vivió una emotiva Celebración de Envío Misionero, llevada a cabo por el Hno. Miguel Seminario, SDB, quien animó a los jóvenes a salir con valentía y con el corazón encendido, al estilo de Don Bosco. La ceremonia se realizó en un ambiente sencillo pero profundamente significativo, acompañado por la cruz, la imagen de Don Bosco y María Auxiliadora.
El envío incluyó palabras de bienvenida, la lectura del Evangelio de Mateo 25 “Tuve frío y me abrigaron…”, y una oración especial en la que el Hno. Miguel, en nombre de la familia salesiana, les recordó:
“Hoy ustedes son enviados a llevar consuelo donde hay dolor, a encender esperanza donde hay frío, a regalar ternura donde la vida se ha vuelto dura. Jesús los espera en cada rostro y en cada calle”.
Tras un breve gesto simbólico la imposición de manos o el signo de la cruz en la frente se entregaron a los jóvenes signos de envío: cruces, estampas o pañuelos, como recuerdo de que su servicio es signo visible del amor de Dios.
El canto final, “Alma Misionera”, expresó la alegría de ser enviados y el deseo de vivir con autenticidad la caridad cristiana, en una juventud que se mueve, sirve y transforma.
En medio de las inclemencias del invierno, Totorany, con una población de apenas 15 personas, y Agua Buena, con alrededor de 30 habitantes, se convierten en testimonios vivos de la urgencia del servicio solidario.
Son pueblos humildes, donde viven niños, jóvenes y adultos mayores que luchan día a día por salir adelante con lo poco que les ofrece la agricultura, la pesca o la ganadería, en medio del olvido de las autoridades y sin acceso a servicios básicos ni señal.
Inspirados por el estilo de Don Bosco quien nos enseñó a mirar con ternura a los más pobres y olvidados, el Grupo VOLARE llegó a estas comunidades con ropa abrigadora, alimentos de primera necesidad, juguetes y mucho cariño, compartiendo no solo ayuda material, sino también la cercanía, el afecto y la esperanza que brotan del Evangelio vivido.
Siguiendo su lema: “Vivir – Obrar – Servir”, el grupo misionero lleva adelante una pastoral que no solo entrega, sino que se entrega, y donde cada gesto solidario se transforma en un acto educativo, profundamente humano y lleno del espíritu salesiano.
Porque como decía Don Bosco: “La caridad y el amor lo cambian todo”, y donde llega una mano generosa, también llega la presencia de Dios.
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