“Si me permiten, deseo enviar un saludo muy particular a mi querida Diócesis de Chiclayo, en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su Obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto para seguir siendo una Iglesia fiel a Jesucristo”, expresó con emoción el nuevo Papa de la Iglesia Católica, León XIV, tras el cuarto escrutinio del Cónclave, en el que fue elegido como el 267.º Pontífice de la Iglesia universal.
¡Viva el Papa! ¡Viva el Papa!, se escuchaba en los alrededores de la Plaza de San Pedro, donde miles de fieles aguardaban con gran expectativa la aparición del nuevo Sumo Pontífice. Luego de unos minutos, y visiblemente emocionado, el Cardenal Robert Prevost, nacido en Estados Unidos y nacionalizado peruano desde el 2015, tuvo su primer encuentro con la multitud reunida.
“Quiero que el saludo de paz llegue a sus corazones, que alcance a sus familias y a todas las personas”, fueron sus primeras palabras como León XIV.
“¡La paz esté con ustedes!”,
León XIV.
En otro momento, dijo: “Trabajen como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo, para proclamar el Evangelio.
“Tenemos que ser una Iglesia que construye. Una Iglesia misionera, de diálogo, siempre abierta a recibir con los brazos abiertos a todos aquellos que necesiten de nuestra presencia y nuestra caridad”.
León XIV.
El vínculo con nuestra tierra “ensantada”
El vínculo con el Perú, sobre todo en las misiones, nació desde muy joven, en la década de los 80. Tras haber sido ordenado sacerdote en 1982, a los 28 años, fue enviado a lo que con el tiempo se convertiría en su segundo país: el Perú. En 1985 inició su primera misión en la Diócesis de Chulucanas, en Piura, una experiencia que marcaría el inicio de una relación profunda con el país. Tiempo después, fue destinado a la ciudad de Trujillo, donde dirigió el seminario agustino durante más de diez años.
Es un papa que surge de la «tierra ensantada», desde los pueblos. Los pueblos inspiran a los misioneros y religiosos. El Perú de los pueblos inspira, conmueve y ofrece experiencias de dignidad y amor a Dios.
Su querida Diócesis de Chiclayo
En 2014, el papa Francisco lo nombró administrador apostólico de la Diócesis de Chiclayo. Fue entonces cuando Prevost manifestó públicamente su intención de nacionalizarse peruano como muestra de compromiso con la comunidad. Ese mismo año obtuvo el Documento Nacional de Identidad (DNI) peruano, y en 2015 fue consagrado como obispo de Chiclayo.
Durante su gestión, se destacó por su cercanía con los fieles y la promoción de iniciativas pastorales. No obstante, su paso por la diócesis no estuvo exento de controversias.
En 2018 fue vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal de Perú.
En 2023 el Papa Francisco lo llamó a Roma para hacerle cardenal y nombrarle prefecto del Dicasterio para los Obispos, el ministerio vaticano que elige a los monseñores de todo el planeta.
