Los Reyes Magos
La historia que nos contaban desde cuando éramos niños sigue siendo tan actual como tan bello, es la historia de los Reyes Magos. Con el paso de los años los Reyes Magos formaron a ser parte de nuestras historias, de nuestros barrios y ciudades.
La celebración de la Epifanía del Señor Jesucristo es una de las festividades más significativas para la Iglesia y los fieles. Comúnmente conocida como el Día de Reyes, esta fecha recuerda el momento en que los magos de Oriente llegaron a Belén guiados por una estrella para adorar al Niño Jesús y ofrecerle sus dones. La historia, transmitida de generación en generación, mantiene su vigencia y profundidad, invitándonos a reflexionar sobre su mensaje universal.
¿Qué sabemos de los Reyes Magos?
Según el Evangelio de Mateo, el único relato bíblico que menciona a los magos, no se especifica el número exacto de ellos ni sus nombres. Mateo solo describe que eran «unos magos» y que ofrecieron tres dones: oro, incienso y mirra. Con el tiempo, la tradición cristiana interpretó que eran tres debido a la cantidad de regalos mencionados.
El biblista L. Valoy subraya que la mayor parte de la información que hoy asociamos a los Reyes Magos proviene de la tradición y no de las Escrituras. «El Evangelio nos dice que eran magos, pero no reyes, y que venían de Oriente, simbolizando a los pueblos gentiles que buscaban al Salvador».
¿Quiénes eran realmente los magos?
En la antigüedad, el término «mago» no estaba relacionado con la magia como la entendemos hoy. Se usaba para referirse a sabios o estudiosos de las ciencias, particularmente de la astronomía y la astrología. Los magos eran observadores de los astros y entendieron la aparición de una nueva estrella como una señal de un acontecimiento trascendental.
Además, su condición de extranjeros subraya la universalidad del mensaje de Jesús. No eran parte del pueblo elegido, sino representantes del mundo pagano, lo que simboliza que la salvación es para toda la humanidad.
Los nombres y la simbología de los dones
Los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar no aparecen en la Biblia; fueron asignados por la tradición en los siglos posteriores. Estos nombres están documentados por primera vez en mosaicos del siglo VI, como los de la iglesia de San Apolinar en Rávena, Italia.
- Melchor: Representado como un anciano de barba blanca, se dice que provenía de Persia y ofreció oro, simbolizando la realeza de Jesús.
- Gaspar: Descrito como un joven sin barba de piel clara, se le atribuye origen en la India y su presente, el incienso, representa la divinidad de Cristo.
- Baltasar: Frecuentemente representado como un hombre de piel oscura, de Arabia o África, ofreció mirra, un recordatorio de la humanidad y mortalidad de Jesús.
La diversidad y el simbolismo de los Reyes Magos
Una de las preguntas recurrentes es sobre la representación de Baltasar como una persona negra. Esta caracterización, aunque no tiene base histórica, responde a la intención de la iconografía cristiana de reflejar la diversidad racial conocida en aquel tiempo. Los Reyes Magos simbolizan la universalidad del mensaje cristiano: la adoración del Mesías por parte de toda la humanidad, sin distinción de raza o origen.
Reflexión para la Fiesta de la Epifanía
La Epifanía nos invita a seguir el ejemplo de los Reyes Magos: buscar a Jesús con corazones abiertos, reconocer su realeza, divinidad y humanidad, y ofrecerle lo mejor de nosotros mismos. Es también un llamado a reconocer la luz de Cristo en nuestra vida cotidiana y a compartir su mensaje con todos los que nos rodean.
