Luego de varios años de pausa, el corazón del carisma salesiano vuelve a latir con fuerza en Arequipa. Con gran emoción, la Familia Salesiana celebró la reinauguración del Oratorio Salesiano “Octavio Ortiz Arrieta”, un espacio de acogida, formación y alegría para niños, niñas y adolescentes de nuestra ciudad.
La jornada, realizada este sábado 14 de junio, reunió a más de 300 participantes, quienes vivieron una experiencia profundamente significativa: talleres formativos, juegos al estilo salesiano, dinámicas recreativas y momentos de fraternidad marcaron el inicio de una nueva etapa en la obra de Don Bosco en Arequipa.




El oratorio, más que un espacio físico, es un hogar donde se educa con el corazón. Es una respuesta concreta al llamado de Don Bosco de “estar con los jóvenes, especialmente los más pobres, para acompañarlos, formarlos y hacerlos felices aquí y en la eternidad”.
La reapertura de este oratorio representa mucho más que una actividad pastoral: es un signo de esperanza, un reencuentro con las raíces salesianas y un compromiso renovado con las infancias y juventudes de nuestra ciudad. El nombre que lleva – Octavio Ortiz
Arrieta, primer obispo salesiano del Perú – es, además, una inspiración para continuar sirviendo con humildad, alegría y entrega total.
El ambiente vibró con cantos, sonrisas y abrazos. Niños y jóvenes, muchos de ellos nuevos en la obra salesiana, descubrieron un lugar donde son escuchados, valorados y amados. Volver a ver el patio lleno de vida fue un recordatorio de que el sueño de Don Bosco sigue más vivo que nunca.





Desde hoy, el Oratorio Salesiano vuelve a ser faro de luz, escuela de vida y casa de puertas abiertas para todos. Con profundo agradecimiento y esperanza, la comunidad salesiana de Arequipa reafirma su misión: caminar junto a los jóvenes, anclados en la esperanza, peregrinos en la fe y siempre con María Auxiliadora.
¡El oratorio ha vuelto! Y con él, la alegría de ser familia, comunidad y hogar para todos.
