(ANS – Roma) – La Congregación Salesiana expresa sus más sinceras felicitaciones a su eminencia el cardenal Ángel Fernández Artime por su reciente nombramiento como Pro-prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (DIVCSVA), anunciado ayer, 6 de enero de 2025, solemnidad de la Epifanía, por la Sala de Prensa Vaticana.
Con una experiencia consolidada de diez años como Rector Mayor de los salesianos de Don Bosco, la segunda mayor congregación religiosa masculina del mundo, el cardenal Fernández Artime ha demostrado un liderazgo ejemplar y una dedicación incansable al servicio de la Iglesia y de la comunidad salesiana
. Ahora, recién nombrado para este nuevo cargo por el santo padre, compartió con ANS algunas reflexiones.
Eminencia, ¿cuál fue su reacción al conocer la noticia de su nombramiento por parte del santo padre?
Ayer, solemnidad de la Epifanía, después de la celebración con el santo padre en la Basílica de San Pedro, a las doce recibí la noticia de que en el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (DIVCSVA) el papa había nombrado a la hermana Simona Brambilla como prefecta, y que había creado este nuevo servicio en dicho dicasterio, que evidentemente considera de particular importancia, asociando mi nombramiento.
Debo decir que, naturalmente, en los últimos meses conocía la intención del santo padre y le había dado mi plena disponibilidad, con un sentido de fe y obediencia al papa, como Salesiano de Don Bosco; y añado también que con una gran disposición de corazón, para dar mi contribución después de estos años de servicio en la Congregación Salesiana, que han sido de una gran riqueza espiritual y humana para mí.
Estoy contento por el servicio, plenamente disponible en este encargo, así como por esa parte de mi servicio eclesial que hoy proviene de mi compromiso cardenalicio, acompañando y asistiendo al santo padre, y también de mi condición de obispo, en las diversas necesidades de la Iglesia.
¿Qué cree que le espera ahora en este nuevo servicio confiado por el santo padre? ¿Qué opina, después de tantos años al frente de una congregación masculina, de colaborar bajo la dirección de una religiosa?
He tenido la oportunidad de conocer y dialogar varias veces con el prefecto emérito del DIVCSVA, el cardenal João Braz de Aviz, y con la entonces secretaria, hoy prefecta del dicasterio, la hermana Brambilla, siempre en un clima óptimo de diálogo, entendimiento y comunión de visiones. Estoy muy contento con esta realidad y estoy convencido de que el santo padre ha acertado con la composición del dicasterio, que sin duda es la más adecuada y enriquecedora para este momento.
¿Cuáles son los sueños y desafíos que vislumbra en su nuevo encargo?
Sobre sueños, esperanzas, planes, perspectivas aún no conozco en profundidad el dicasterio, aunque conozco muy bien la Congregación Salesiana y la vida consagrada, vivida como consagrado y religioso. Solo tengo una convicción, que ya he expresado en otras ocasiones y que reitero. Creo que el dicasterio, gracias a la riqueza de las treinta y dos personas con las que colaboraré, realiza un gran servicio. Por lo que he visto y vivido desde el lado de los consagrados, deberemos hacer todo lo posible por iluminar la belleza de la vida consagrada y de los movimientos apostólicos en la Iglesia.
Con nuestro humilde servicio, empezando por la prefecta y con mi contribución y la de otras personas excepcionales, el dicasterio podrá también alentar, dar luz y discernimiento a las congregaciones e institutos, y acercarse a ellos y al mundo, en las formas más adecuadas.
Como aprendí como Rector Mayor, y como siempre decía a los inspectores en mis encuentros con ellos: “La vida es siempre más grande y más rica que los desafíos que se nos presentan en la cotidianidad”, y el dicasterio será mucho más que una oficina para resolver problemas. Lo he dicho siempre con la certeza de que es Dios quien acompaña a la Congregación Salesiana y lo digo hoy sabiendo que es Dios quien acompaña a la Iglesia, presidida por el Espíritu Santo, en la persona del vicario de Cristo, el santo padre, hoy papa Francisco; y sabiendo también que es el mismo Espíritu quien debe guiar todos los servicios y dicasterios, a través de la mediación de las personas llamadas a operar en ellos.
Biografía
Ángel Fernández Artime, de sesenta y cuatro años, nació el 21 de agosto de 1960 en Gozón-Luanco, Asturias, España; salesiano desde 1978, fue ordenado sacerdote el 4 de julio de 1987, en León. Obtuvo la licenciatura en Teología Pastoral y el título en Filosofía y Pedagogía. En su inspectoría de origen, la de España-León, fue delegado de Pastoral Juvenil, director de la escuela de Ourense, miembro del consejo y vicario inspectorial y, de 2000 a 2006, inspector. En 2009 fue nombrado inspector de Argentina Sur, y gracias a dicho encargo pudo conocer y colaborar personalmente con el entonces arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Jorge Mario Bergoglio, hoy papa Francisco.
En diciembre de 2013 fue nombrado superior de la Inspectoría “España-María Auxiliadora”, encargo que, sin embargo, nunca asumió porque el 25 de marzo de 2014, antes de tomar posesión como inspector, fue elegido en primera votación por el Capítulo General 27 como Rector Mayor de la Congregación Salesiana.
Confirmado en este encargo por el Capítulo General 28 en 2020, durante su mandato como Rector Mayor realizó visitas pastorales y de animación en más de ciento veinte países, llevando un mensaje de esperanza y unidad. Su amplia experiencia en la guía y coordinación de la Familia Salesiana, compuesta por treinta y dos grupos oficialmente reconocidos, contribuyó a fortalecer los lazos entre sus miembros y a promover la misión educativa y espiritual de la Congregación.
Fue creado cardenal por el papa Francisco después del Ángelus del domingo 9 de julio de 2023, recibiendo la birrete y el anillo cardenalicio en el consistorio ordinario público del 30 de septiembre del mismo año.
El 17 de diciembre de 2023, el cardenal Fernández Artime tomó posesión de la diaconía de Santa María Auxiliadora en la vía Tuscolana, asignada por el mismo pontífice, y el 20 de abril de 2024 recibió la ordenación episcopal en la Basílica Papal de Santa María la Mayor en Roma.
El 6 de enero de 2025 fue nombrado Pro-prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (DIVCSVA).
