Hemos escuchado muchas veces una narración hermosa pero impactante. Un niño esperaba ansioso la vuelta de su padre. En cuanto llegó, corrió hacia él y le preguntó: – Papi, ¿cuánto dinero te pagan por hora de trabajo? El padre le miró con expresión severa y le replicó: – Anda, no me molestes más, que estoy cansado. El pequeño insistió: – Pero, papá, solo es una pregunta. ¿Cuánto ganas por hora? La respuesta es muy conocida. Dicen que el Padre, pensó la pregunta de su hijo. ¿Cuánto ganas? En el fondo del corazón del niño era: Papá ¿Por qué estás lejos de casa? ¿Por qué no estás conmigo?
Los niños y jóvenes necesitan la cercanía
Durante la primera infancia, los niños necesitan la cercanía y el afecto de sus padres. ¿Y cómo se expresa? En el cuidado, en las caricias y palabras y jugar con los hijos. En esta etapa, el juego representa su principal actividad y los padres no pueden estar ausentes. En esta fase, resulta esencial ponerse a la altura de ellos, mirarlos a los ojos, escucharles con atención, hablarles con claridad, respetar sus opiniones.
En la adolescencia, la forma en la que los padres se acercan a sus hijos va cambiando, tomando en cuenta que sus hijos se van convirtiendo en adultos. La comunicación abierta, empática y el respeto por la identidad de los jóvenes son aspectos esenciales en la consolidación de esta cercanía, la cual es un pilar clave para fomentar la confianza.
Definitivamente, educar con el corazón requiere de tiempo. Con frecuencia les recordamos a los padres que más vale calidad, que cantidad y mejor aún si se generan momentos agradables, en los que se otorgan la oportunidad de disfrutar el tiempo con sus hijos.
La cercanía es la mejor propuesta educativa
Es un hecho que a los padres no nos enseñan a ser padres y que, en ocasiones podemos cometer errores. Existe la creencia de que a los hijos se les debe dar gusto en todo como una demostración de afecto. En realidad, no es así. No obstante, con frecuencia identificamos esta actitud como una realidad y una forma de compensar la falta de tiempo y de disponibilidad para con los hijos.
La cercanía nos permite llegar al corazón de los jóvenes, demostrando empatía y marcando también los límites que se requieran. La cercanía se funda. Los niños y los jóvenes se vuelven más espontáneos y se sienten en confianza para compartir sus ideas, sus miedos y sus inquietudes, sin temor a ser juzgados. Además, evidencian un mejor concepto de sí mismos, se muestran más seguros, entusiastas y capaces de enfrentar los retos que se les presenten.
Promover y mantener una relación cercana con los niños y jóvenes contribuye con su desarrollo emocional, social y psicológico, el cual se verá reflejado en el ambiente escolar y en una vida familiar serena y tranquila.
Existen estrategias para poner en práctica y lograr una cercanía más efectiva y significativa. Te invito a que te cuestiones. Si realmente cumples estas estrategias estás siendo un padre brillante.
Los padres deben estar dispuestos a derrumbar sus barreras mentales, aprender a jugar con sus hijos, escucharlos con atención, y demostrar empatía, tolerancia y mucho amor.
CONSEJOS
Manifiesta interés por sus actividades, sus amigos, sus pasatiempos.
2. Disfruta el tiempo que pasan juntos.
3. Planea actividades en casa, en el patio, donde puedan divertirse.
4. Guarda tu celular u otros dispositivos electrónicos durante esos momentos especiales y concéntrate en la actividad que están compartiendo.
5. Anima a expresar sus ideas con apertura y comprensión.
6. Celebra sus logros.
7. Utiliza tu sentido del humor para crear un ambiente de confianza y felicidad.
8. Elije con cuidado las palabras. Evita el sarcasmo, la burla y las humillaciones, incluso en broma.
9. Demuestra empatía en momentos difíciles. Sé paciente y bríndale apoyo emocional ante sus preocupaciones y desafíos, evitando minimizar el problema.
10. Aplica la disciplina con amor. Explícale claramente las reglas desde un comienzo, así como las repercusiones que tendrá ante el incumplimiento.