El sol de Arequipa iluminó los últimos momentos de lo que fue una verdadera fiesta salesiana: el III Encuentro de Promociones Salesianas llegó a su fin.



Frente a cientos de jóvenes, educadores y colaboradores, el P. Pedro Da Silva, director de la Comunidad Salesiana de Arequipa, al culminar la Eucaristía de Clausura, tomó la palabra para expresar su agradecimiento y gratitud por estos momentos vividos. «No podemos nosotros dejar de lado la gratitud«, dijo.
Agradeció a las autoridades del Colegio Salesiano San Francisco por compartir su experiencia del encuentro anterior, lo que fue clave para dar forma y sentido al que hoy culmina
Recordó que cuando se propuso a Arequipa como sede, sintieron el peso de la responsabilidad, pero no estuvieron solos. Pero más allá de los agradecimientos, el P. Pedro destacó que el verdadero motor de todo lo vivido fue la comunidad.
Ha costado mucho tenerlos aquí, pero sabíamos que venía la familia. Y como cuando se espera una visita querida, hicimos lo posible para que se sintieran en casa

Con una gran ovación, pidió que pasaran al frente los educadores, el personal de mantenimiento y administrativo, y los jóvenes de la Casa Don Bosco, quienes con esfuerzo, madrugadas y desvelos, hicieron posible que cada detalle brillara.
El broche de oro lo puso el P. Juan Pablo Alcas, Inspector, quien, con la voz llena de orgullo, se dirigió a los jóvenes:
“Estoy muy orgulloso de ustedes. Ya lo que tenga que decir, lo han dicho sus compañeros. Ustedes han sido los protagonistas de este encuentro.”
Resaltó que, más allá del trabajo de salesianos y laicos, fueron los propios estudiantes quienes dieron vida al encuentro con su entusiasmo, entrega y alegría.

Entre aplausos y abrazos, se despidió de Arequipa, no sin antes pasar la Cruz Peregrina a los estudiantes de Huancayo, quienes serán los anfitriones del próximo encuentro en 2026.




Para cerrar con broche de oro, las promociones realizaron un pequeño recorrido por las calles de Arequipa, donde regalaron su alegría y entusiasmo.
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