Los 20 años que lleva como sacerdote los ha dedicado enteramente a la misión en el Perú. El Padre José Kamza, Salesiano de Don Bosco, fue ordenado el 29 de mayo de 2004, en Polonia. Y, apenas cinco meses después, en octubre, ya se encontraba en nuestro país cumpliendo su vocación misionera. “Cuando era novicio, escuchaba los testimonios de los misioneros y mi corazón se encendía. Por eso, mi vocación salesiana se vinculó directamente con la vocación misionera”.
Y así fue, su camino como sacerdote salesiano lo llevó a vivir entre los Achuar, una comunidad indígena ubicada en el Datem del Marañón, Loreto, en la Amazonia peruana. Hoy, el Padre José Kamza, Salesiano de Don Bosco, asume un nuevo servicio con responsabilidad: es el actual Vicario Inspectorial de la Inspectoría “Santa Rosa de Lima”.
El inicio de su vocación
Desde pequeño siempre tuvo contacto directo con la vida religiosa, ya que su tío abuelo era sacerdote salesiano. “En una ocasión, durante una de sus visitas, dejó un libro sobre la vida de Don Bosco para niños. Me gustó la manera que Don Bosco tenía de captar a los muchachos. Ya en el colegio, durante un retiro espiritual, fue donde me sentí atraído por los salesianos”, dice. Pero no fue hasta la juventud, cuando leyó algunas de las cartas del Rector Mayor emérito, el Padre Pascual Chávez, que entendió que Dios lo llamaba de una manera especial.
Un mensaje
“Vale la pena seguir esta aventura con Cristo, con María Auxiliadora, con Don Bosco. Es una vida de entrega, de alegría y de mucha satisfacción».