El martes 26 de agosto, la comunidad salesiana de Breña celebró con gratitud y alegría la fiesta de los Salesianos de la Casa de Salud. La jornada reunió a los salesianos ancianos y enfermos junto a la Comunidad, a las enfermeras, técnicas de enfermería, personal de limpieza y colaboradores, quienes prepararon una fiesta sencilla pero llena de cariño. El acto central fue la Santa Misa presidida por el Padre Inspector Juan Pablo Alcas, SDB, acompañado por los hermanos mayores.
En su homilía, el P. Inspector destacó con fuerza que los salesianos ancianos son verdaderos “pararrayos de gracia”: “Así como un pararrayos atrae la energía, ustedes atraen la gracia de Dios para toda la Inspectoría. Con su oración, en medio de la enfermedad y la fragilidad, sostienen nuestra misión, piden por la paz del mundo y por el aumento de las vocaciones. Ustedes son una fuerza silenciosa y fecunda para toda la Congregación”.
La celebración estuvo marcada por expresiones de gratitud hacia quienes día a día cuidan de los salesianos mayores. Las enfermeras y técnicas, las personas que trabajan en la cocina y en la limpieza y compartieron que se sienten gozosas de acompañarlos, pues en ellos encuentran serenidad y ejemplo de fidelidad.
El mensaje del P. Inspector se iluminó con la enseñanza de las Constituciones Salesianas, que en el artículo 53 recuerdan: “Los hermanos ancianos y enfermos ocupan un lugar especial en nuestra comunidad. Les ayudamos a vivir su vocación en las nuevas condiciones que la edad y la enfermedad les imponen, y reconocemos en ellos una presencia activa que enriquece nuestra vida”.
De este modo, la celebración no solo fue una fiesta de cariño, sino también una ocasión para recordar que, según la espiritualidad salesiana, los ancianos y enfermos no son una carga, sino un tesoro vivo, cuya experiencia y oración son parte esencial de la misión.
La jornada concluyó con un ambiente de fraternidad y alegría compartida. Al final, resonó con fuerza el grito juvenil y salesiano que une a todas las generaciones: “¡Viva Don Bosco! ¡Viva!”
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