(Lima, Cercado de Lima, 4 noviembre) – En una mañana de oración y recuerdo, miembros de la Familia Salesiana se reunieron en el cementerio El Ángel para llevar a cabo una romería en memoria de aquellos salesianos que dedicaron sus vidas al servicio de la juventud peruana. Con la presencia del Inspector P. Juan Pablo Alcas, esta actividad tuvo como objetivo mantener viva la espiritualidad y el compromiso de la comunidad salesiana.
La romería comenzó a las 9 de la mañana en el Mausoleo Salesiano, un lugar especial en el cementerio que alberga los restos de los Salesianos que ya han partido a la eternidad en estos años. El P. Juan Pablo Alcas, en su homilía, instó a los participantes a unirse a través de la oración y el recuerdo en este espacio sagrado. Recordó cómo la memoria de los hermanos difuntos sigue uniendo en la caridad eterna a aquellos que todavía peregrinan con aquellos que descansan en Cristo.
La ceremonia estuvo llena de emotividad y espiritualidad, con cantos y signos que resaltaron la importancia de la comunidad salesiana. Al finalizar, el Inspector impartió la bendición de María Auxiliadora, y junto con los asistentes, roció agua bendita sobre las lápidas de los Salesianos de Don Bosco. Luego, se dirigió al Mausoleo de las Hijas de María Auxiliadora, donde también roció agua bendita, honrando a las Hermanas Hijas de María Auxiliadora que dedicaron sus vidas al servicio de las jóvenes.
La romería Salesiana en Lima es una memoria para con los salesianos que han dejado su vida sirviendo a los jóvenes en diversas partes del Perú Salesiano. Es el recuerdo y gratitud a todos los Salesianos Misioneros que han llegado de muchas partes del mundo. E la gratitud a otro grupo de Salesianos que han trabajado en Colegios, Parroquia, Centros Juveniles, Oratorios y en todos los lugares donde la Providencia los ha puesto para servir a los jóvenes.
Este evento anual refuerza la importancia de mantener viva la espiritualidad y la hermandad que son fundamentales en la misión de Don Bosco.
La memoria de aquellos que se han encontrado con el Padre, y han llegado al Paraíso Salesiano, sigue siendo una fuente de inspiración para todos los que continúan trabajando en beneficio de la juventud.