La Casa Salesiana de Arequipa vivió una jornada profundamente significativa y llena de fe con la entronización y bendición de la Cruz Peregrina, signo que recorrerá todas las obras salesianas del Perú llevando esperanza, unidad y compromiso cristiano.
La ceremonia se desarrolló en el marco de la Eucaristía, donde toda la comunidad educativa pastoral se congregó en torno a este gesto de fe. Durante la bendición, el Padre Pedro Da Silva Guerra SDB, director de la obra salesiana en Arequipa, recordó que la Cruz no es un adorno ni un recuerdo estático del pasado, sino la presencia viva del amor de Dios, que impulsa a los jóvenes y a toda la familia salesiana a caminar con esperanza, alegría y decisión.
De manera providencial, este acontecimiento coincidió con la apertura del III Encuentro de Promociones Salesianas, que este año tiene como sede a la ciudad de Arequipa. Cientos de jóvenes provenientes de diversas ciudades del país recibieron la Cruz como símbolo de unidad y fraternidad salesiana, signo que recuerda que, sin importar el lugar de origen, todos compartimos el mismo Espíritu: el de Don Bosco y el Evangelio de Jesús.
Este inicio no solo marca el comienzo de días de encuentro, amistad y formación, sino también un tiempo para renovar la identidad y la misión compartida. La Cruz Peregrina se convierte así en faro que orienta los sueños y proyectos de quienes participan en esta experiencia, invitando a dejar huella en la vida con valentía y esperanza.
Con este espíritu, Arequipa abre las puertas al Perú salesiano, celebrando la fe, la amistad y el compromiso de una juventud que sigue respondiendo al llamado de Don Bosco: ser buenos cristianos y honrados ciudadanos, sembrando alegría en cada paso y esperanza en cada corazón.
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