Este sábado 16 de agosto, en el patio del Colegio Salesiano Don Bosco de Arequipa, toda la familia salesiana se congregó con un mismo sentimiento: celebrar el cumpleaños de San Juan Bosco, Padre y Maestro de la juventud.
La jornada estuvo marcada por la gratitud y la alegría, pues el recuerdo de Don Bosco no es solo una fecha en el calendario, sino un llamado permanente a vivir con entusiasmo, fe y compromiso en favor de los jóvenes. En cada canto, en cada aplauso y en cada gesto fraterno, resonó el espíritu salesiano que anima a seguir construyendo una sociedad más justa y solidaria.






El cumpleaños de Don Bosco nos impulsa a salir, a ser sembradores de esperanza en los patios, colegios, barrios y oratorios. No basta con recordar su vida: se trata de encender corazones, iniciar procesos de cambio y dar testimonio de fe viva en medio del mundo.
Bajo el lema “Don Bosco, faro de esperanza en nuestro camino”, la comunidad arequipeña renovó su compromiso de continuar la misión que el Santo de los Jóvenes inició en Valdocco: acompañar, educar y evangelizar con amor y alegría, iluminando la vida de los niños, adolescentes y jóvenes, especialmente los más necesitados.
Con esta celebración, la Obra Salesiana de Arequipa reafirma su identidad de casa que acoge, patio que reúne, escuela que educa y parroquia que evangeliza, siempre bajo la mirada de Don Bosco, quien sigue guiando a sus hijos con la misma ternura y esperanza de hace más de dos siglos.







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