La Embajada del Perú en México y las Inspectorías Salesianas de México y el Perú coorganizaron una conferencia magistral de historia salesiana en Ciudad de México con ocasión de nuestras Fiestas Patrias.
Por Archivo Histórico Salesiano del Perú
El lunes 24 de julio tuvo lugar un evento que evidencia el buen momento de la investigación histórica entre los Salesianos del Perú. Por invitación de la Embajada del Perú en México y de la Inspectoría Salesiana Nuestra Señora de Guadalupe, nuestro historiador David Franco Córdova llegó desde Lima para disertar la conferencia magistral “Vínculos religiosos entre México y Perú en el siglo XX: los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora”.
El evento, organizado por las Fiestas Patrias del Perú, tuvo lugar en el Instituto Don Bosco Iztapalapa de Ciudad de México. Allí se dieron cita el ministro Julio Reinoso Calderón (jefe de la misión diplomática del Perú en México y exalumno del Colegio Salesiano Santa Rosa de Huancayo), el padre Ignacio Ocampo Uribe SDB (Inspector de los Salesianos de México sur), sor Guadalupe Chávez López FMA (Vicepostuladora de la Causa de Santidad de Madre Antonieta Böhm), así como miembros de la Familia Salesiana y peruanos residentes en México. Tras apreciar la conferencia del historiador de los Salesianos del Perú, los asistentes disfrutaron de un concierto en Homenaje al Perú a cargo de la Orquesta Sinfónica del Instituto Don Bosco de Ciudad de México, dirigida por la maestra mexicana Lizzi Ceniceros Mirabal. El acto culminó con un pisco de honor, ofrecido por la Embajada del Perú en México.
En su disertación, David Franco presentó información inédita sobre los lazos que unen a las Obras de Don Bosco en México y el Perú, a lo largo de estos más de 130 años de presencia en ambos países. Se destacó el traslado directo de superiores entre un país y otro, como el padre Antonio Riccardi, el padre Luis Pedemonte, madre Octavia Bussolino, y el recordado monseñor José Ramón Gurruchaga.
Sin embargo, el momento más emotivo de la conferencia fue la mención a diez Hijas de María Auxiliadora que llegaron de México al Perú, entre 1924 y 1926, en tiempos de la persecución religiosa en su país de origen. Tres retornaron a su país en 1930, pero siete de ellas permanecieron en el Perú hasta su muerte. Ellas fueron sor Victoria Gómez (Morelia, 1864 – Lima, 1950), sor Natalia Wiella (Guanajuato, 1873 – Lima, 1955), sor Giuseppina Festa, la única italiana del grupo, pero integrante de la inspectoría mexicana (Turín, 1870 – Lima, 1961), sor Josefina Román (Tlaltenango, 1878 – Lima, 1962), sor Concepción Bonilla (Puebla, 1876 – Lima, 1966), sor Francisca Díaz (Xochimilco, 1899 – Lima, 1978) y sor Refugio Caraza (Jerez, Zacatecas, 1885 – Lima, 1981). Como señaló Franco, la presencia de estas Hijas de María Auxiliadora y su aporte a la construcción de la Obra de Don Bosco en el Perú constituyó el principal lazo histórico de unión entre las familias salesianas de ambos países.