Con mucha alegría y espíritu salesiano, la comunidad educativa celebró la Fiesta de Don Bosco, en honor a nuestro padre, maestro y amigo de la juventud.
La jornada inició con la recepción de invitados y la Santa Misa presidida por el Padre Humberto Chávez SDB, quien nos recordó con profunda fe y esperanza todo el camino recorrido por Don Bosco, su tiempo de formación y el legado educativo que dejó a la Iglesia y al mundo entero.
Seguidamente, se llevó a cabo la procesión interna, animada por las vibrantes notas de nuestra banda escolar, donde los directivos, escolta, estudiantes y demás invitados acompañaron con devoción la imagen de Don Bosco. El momento cívico estuvo marcado por el izamiento de la bandera nacional a cargo de los directivos, seguido del solemne canto del Himno Nacional y el fervoroso Himno a Don Bosco.
Las palabras de la directora, en alusión a la festividad, destacaron la importancia de mantener vivo el espíritu salesiano en cada joven y en cada familia, fortaleciendo los lazos de unidad, compromiso y fe.
Uno de los momentos centrales fue el Concurso de Escoltas, que generó gran expectativa entre los presentes. Este concurso no solo mostró la disciplina y el respeto a los símbolos patrios, sino también el esfuerzo, la dedicación y las largas horas de preparación que los estudiantes y educadores invirtieron para lograr presentaciones impecables. El resultado fue un verdadero ejemplo de responsabilidad, compromiso y amor a la casa salesiana.
El ambiente festivo se enriqueció con la alegría de la danza y la cultura: los estudiantes de cuarto de secundaria ofrecieron un variado repertorio artístico con la Contradanza, el Wititi, la Marinera y la Diablada, expresiones que reflejaron la diversidad y riqueza cultural de nuestro país.
Asimismo, se vivió un momento especial con la presentación artística de los educadores, quienes con creatividad y entusiasmo compartieron su talento con la comunidad. A este espíritu de fiesta se sumaron los Padres de Familia con “Los Cañeros de San Jacinto”, quienes animaron con música y energía la celebración.
La jornada concluyó con el canto de cumpleaños a Don Bosco y un fraterno compartir por promociones, en un ambiente de unión, alegría y gratitud.
Con esta fiesta, la comunidad salesiana reafirmó una vez más que ser salesiano es vivir con fe, alegría y corazón joven, siguiendo el ejemplo de Don Bosco en el servicio y la entrega a los demás.
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