El 4 de enero, los exalumnos salesianos del Perú recibieron un anuncio trascendental: la decisión del P. Juan Pablo Alcas, Inspector Provincial, de suspender temporalmente las actividades de la Federación Peruana de Exalumnos y Exalumnas Salesianos (FEPEXS). “Esta medida, lejos de ser un freno, marca el inicio de una etapa de reorganización que busca dinamizar y fortalecer la participación de los exalumnos en la Familia Salesiana”, escribió el P. Inspector.
El respaldo a esta iniciativa llegó desde la Confederación Mundial de Exalumnos, encabezada por su presidente, el Sr. Bryan Magro, quien expresó: «Apoyamos plenamente la decisión de establecer una Comisión de Exalumnos para reestructurar la organización en el Perú. Este equipo tendrá la tarea crucial de alinear la identidad, misión, valores y espiritualidad con los Estatutos de la Confederación Mundial».
Para liderar esta comisión, el Superior designó al Sr. Miguel Duharte, exalumno de la Promoción 1971, destacando su capacidad para dirigir el proceso de transformación. El proyecto de reorganización, denominado ‘Exalumnos y Exalumnas de Don Bosco 2025: Emprendiendo la reorganización’, inició oficialmente el 21 de enero de 2025.
Este primer paso se concretó en un encuentro que reunió, tanto de manera presencial como virtual, a exalumnos provenientes de Ayacucho, Cusco, Piura, Lima y Huancayo.
Durante la reunión, se realizó una evaluación detallada de la situación actual de los exalumnos y se presentaron diversas actividades diseñadas para inspirar a los jóvenes y revitalizar la comunidad exalumnal salesiana. El P. Inspector animó a los participantes a mantener la serenidad mientras se culmina la aprobación de los nuevos estatutos, recordándoles que «el Espíritu de Don Bosco debe estar siempre por encima de cualquier reglamento».
Este llamado a la renovación marca un hito histórico para los exalumnos salesianos del Perú, reafirmando su compromiso de servir con generosidad a los jóvenes, a los exalumnos federados y no federados, y de manera especial, estar al servicio de los más vulnerables. Todo ello, con un corazón lleno de alegría y guiados siempre por el Espíritu de Don Bosco, padre y maestro de los exalumnos.
