En un ambiente de alegría, fraternidad y profunda fe, los animadores de la Obra Salesiana de Arequipa celebraron la Navidad Juvenil Salesiana, bajo el lema “Un sueño que nace en Belén”, un encuentro que permitió detener el ritmo cotidiano para preparar el corazón ante el nacimiento de Jesús y renovar el compromiso pastoral al servicio de los jóvenes.
La jornada fue un verdadero espacio de encuentro como hermanos, donde los jóvenes de la obra Salesiana de Arequipa, que pertenecen a los diferentes ambientes juveniles compartieron la certeza de que la Navidad no es solo un acontecimiento del pasado, sino una experiencia viva que sigue transformando corazones hoy.
Unidos por el carisma de Don Bosco, se vivió un clima de confraternidad, alegría y esperanza, reafirmando el deseo de seguir entregando lo mejor para el buen desarrollo de las actividades pastorales.
El encuentro inició con la celebración eucarística, presidida por el P. Miguel Seminario, SDB, quien invitó a los animadores a abrir el corazón y recordar que Jesús nace cada día en nuestra vida, viene a nuestro encuentro para mostrarnos su amor infinito y enseñarnos a amar como Él. Sus palabras resonaron con fuerza en los corazones, iluminando el sentido profundo de la misión salesiana.
En este día tan especial, también se vivió un momento significativo para el Movimiento Juvenil Salesiano, con la entrega de placas a los nuevos Buscadores, Caminantes y Apóstoles, signos visibles de un camino de crecimiento humano, cristiano y salesiano que se fortalece en comunidad.
La celebración concluyó con la tradicional y esperada Noche Oratoriana, llena de dinámicas, cantos, alegría juvenil y un compartir navideño que selló la jornada con sonrisas, abrazos y el calor de encontrarnos como familia.
Finalmente, la noche se cerró con las “Buenas Noches” de nuestro director de la Obra, el P. José Zegarra, quien animó a los presentes a llevar el espíritu de Belén a cada espacio de la vida cotidiana, recordándonos que, como auténticos salesianos, estamos llamados a ser luz, hogar y esperanza para los jóvenes, haciendo que el sueño que nació en Belén siga creciendo en cada corazón.
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