Del 6 al 8 de octubre, los colaboradores de la Casa Inspectorial «San José», así como de las casas de retiro Tabor y Emaús, participan en una Jornada Espiritual llevada a cabo en la Casa Tabor, Chosica.



El P. José Zegarra anima este fraterno encuentro y señala que, a través de los distintos talleres propuestos, se están abordando temas sensibles como la gestión emocional y familiar en situaciones donde uno de los padres está ausente, ya sea por separación, divorcio o abandono.

El encuentro, que reúne a más de 50 participantes, tiene como objetivo central la reflexión sobre el ser hijos de Dios y el valor del sacramento del bautismo en la vida personal, familiar y laboral.
Ángela Hidalgo, una de las participantes, explicó que “el tema prioritario es descubrirnos como hijos de Dios a partir del bautismo, y cómo este sacramento influye no solo en nuestra vida, sino también en la de aquellos con quienes compartimos: la familia, el trabajo, la comunidad”.
La importancia del retiro espiritual en la vida laboral
El P. Stefan Gorecki, Ecónomo Inspectorial, destacó que un retiro no es solo un descanso, sino una oportunidad para reconectar con Dios y con el prójimo, para fortalecer el equilibrio entre la vida personal, espiritual y profesional. Señaló, además, que “cada uno de nosotros tiene que estar en camino hacia la santidad”.

Un retiro nos ayuda a estar más en concordancia con Dios y con los demás. Estos espacios son esenciales para renovar el espíritu y dar un sentido cristiano al trabajo cotidiano.
Espacio para el reencuentro interior
El retiro también ofrece un momento de autoevaluación personal y espiritual. “A veces estamos tan ocupados en el hacer, que nos olvidamos del ser”, reflexiona Ángela.
Este tipo de encuentros permiten detenerse, mirar hacia adentro y preguntarse cómo estamos, si vivimos como verdaderos cristianos, si somos tolerantes o si necesitamos perdonar o perdonarnos.
Una experiencia de familia salesiana
El retiro nos ha permitido conocernos mejor entre colaboradores de distintas casas; todos trabajamos para la Inspectoría y para los jóvenes, desde diferentes áreas: comunicación, secretaría o acompañamiento pastoral.


Espacio que permite fortalecer la fe
«Es la primera vez que participan los colaboradores a tiempo completo. Ha sido una experiencia muy bonita, porque este espacio permite fortalecer la fe y mejorar las relaciones laborales”, expresa Nilo Huilcanina, administrador de la Casa Tabor.
También resaltó que el retiro favorece la convivencia y el diálogo, incluso entre quienes han tenido diferencias. “Hoy he visto a personas que antes casi no conversaban, compartir y dialogar con alegría. Eso demuestra que estos encuentros construyen comunidad”, afirmó.
Creciendo en la espiritualidad salesiana
Nilo, además sostiene esta experiencia es una oportunidad para conocer más de cerca el carisma de Don Bosco y su espíritu de servicio.
“Yo vengo del trabajo social, he laborado con poblaciones vulnerables, y veo que lo que se vive aquí es también un servicio, una misión de entrega”, expresó.


Una pausa que transforma
Lourdes Liendo, directora de la Fundación Don Bosco sostuvo que la experiencia es “extraordinaria”.
Nos sentimos afortunados, porque no todas las instituciones ofrecen la oportunidad de hacer un alto en el camino para reencontrarnos con nosotros mismos, con nuestros compañeros y con Dios.

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