En la alegría propia de la espiritualidad de Don Bosco, celebramos con entusiasmo y profunda fe al Sucesor de Pedro, el Papa León XIV, guía y pastor de nuestra Iglesia. La celebración de San Pedro y San Pablo se vivió intensamente en el patio del colegio, con una emotiva misa presidida por Monseñor Guillermo Antonio Cornejo Monzón, Obispo Auxiliar de Lima, a quien recibimos con aplausos y espíritu de familia. Las gigantografías elaboradas con esmero para esta ocasión enmarcaron un evento lleno de vida, música, oración y compromiso. Como parte de esta significativa jornada, nuestra comunidad educativa vivió un ambiente lleno de música y participación activa de nuestros estudiantes.

Aquí compartimos la reflexión del Animador Pastoral, quien ha sabido poner en palabras el profundo vínculo entre el Papa y el corazón salesiano:
El papa en la vida de los salesianos: presencia viva de fe y misión
“La figura del Papa ha ocupado siempre un lugar central en la vida espiritual, pedagógica y comunitaria de los Salesianos de Don Bosco. Desde los días fundacionales en el Turín del siglo XIX, San Juan Bosco inculcó una devoción firme y afectiva al sucesor de Pedro, considerándolo garante de unidad y misión para toda la Iglesia.
Más de 160 años después, esa fidelidad se mantiene viva. Cada pontífice ha aportado palabras, gestos y enseñanzas que han influido profundamente en el carisma salesiano. Hoy, bajo el liderazgo del Papa León XIV, esa relación sigue floreciendo con intensidad, especialmente entre las comunidades salesianas más comprometidas con la promoción educativa y social de los jóvenes.
Durante el papado de Pío IX, Don Bosco defendió públicamente al Papa en tiempos de tensiones políticas e ideológicas. Lo hizo con el mismo coraje con que educaba a los jóvenes pobres de Turín. En sus memorias, el fundador deja claro: “Donde está el Papa, allí está la Iglesia; y donde está la Iglesia, debe estar el corazón salesiano.”
Ese vínculo ha sido sostenido y renovado por pontífices sucesivos. San Juan Pablo II, exalumno salesiano, expresó en varias ocasiones su gratitud por la educación recibida y por la constante entrega de los hijos e hijas de Don Bosco. Benedicto XVI destacó la profundidad pedagógica de la espiritualidad salesiana, y el Papa Francisco —profundamente familiarizado con la obra salesiana en Argentina— ha elogiado “la pastoral de la alegría” y la cercanía de los Salesianos con los jóvenes más olvidados.

En cada casa salesiana del mundo, el Papa no es una figura lejana, sino una presencia constante. Su imagen acompaña los actos litúrgicos, los “buenos días” comunitarios, las clases de religión y los eventos formativos. Su voz se escucha en los oratorios, no solo a través de los discursos oficiales, sino como modelo de entrega cristiana y testimonio vivo de caridad.
En el colegio Salesiano Rosenthal de la Puente, en Lima, Perú, la jornada fue celebrada con gozo y sentido eclesial. Con una misa solemne presidida por Monseñor Guillermo Antonio Cornejo Monzón, Obispo Auxiliar de Lima, actividades recreativas y momentos de reflexión sobre el papel del Papa en la Iglesia y en la espiritualidad salesiana, la comunidad educativa expresó su afecto y compromiso con el Santo Padre.
“Celebrar al Papa es reconocer nuestra pertenencia a una Iglesia universal, y renovar nuestro sí a la misión salesiana de formar buenos cristianos y honrados ciudadanos”, expresó uno de los docentes durante la ceremonia.

En un mundo herido por guerras, desigualdad y desencanto, la palabra del Papa representa para los Salesianos una brújula espiritual. Su llamado a ser una “Iglesia en salida” resuena profundamente con la tradición misionera y educativa del carisma salesiano: ir al encuentro de los jóvenes, especialmente los más frágiles, allí donde se encuentren.
En efecto, el Papa no es solo guía espiritual, sino también garante de identidad para los Salesianos, recordándoles —como Don Bosco— que la educación es un acto de amor, y que evangelizar es servir.
«Fieles al Papa, fieles al Evangelio», reza una de las máximas que aún hoy los Salesianos repiten con orgullo. Una fidelidad no estática, sino dinámica, creativa y profundamente pastoral.
Autor: Anthony Gensollen Queens, animador pastoral del Colegio Rosenthal de la Puente
Con el corazón lleno de gratitud, seguimos adelante: unidos, al Papa, fieles a la Iglesia y apasionados por el bien de los jóvenes, como soñó Don Bosco.
Descubre más desde BOLETÍN SALESIANO
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.