La llegada de los salesianos a Cusco: El origen de un proyecto educativo

A fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, el Cusco venía experimentando una profunda decadencia económica y social. La ciudad, desde inicios de la república, había sido azotada por epidemias, un alarmante descenso poblacional y la crisis de su industria textil. Algunas autoridades vieron en los salesianos la posibilidad de reencaminar a la ciudad hacia su antiguo esplendor mediante la educación de la juventud local. Con este fin, el 22 de septiembre de 1895, el prefecto del Cusco organizó una reunión cuyo contenido fue reseñado en la Revista Católica de Lima.

¡El inicio!

El digno prefecto del Cusco, Dr. José Martínez, reunió a varios de los más distinguidos sacerdotes y caballeros del Cusco para tratar acerca de cómo podría instalarse allí una escuela-taller dirigida por los salesianos. Animados todos del mejor espíritu y decisión, resolvieron que se formase un comité central que estudiara los medios de llevar a cabo tan benéfica obra. Fueron elegidos miembros de aquel comité las principales autoridades del Cusco, signo de la expectativa que existía en la llegada de los salesianos.

El origen de un proyecto educativo

El 1 de febrero de 1896, durante el gobierno de Nicolás de Piérola, se promulgó una ley que disponía la creación de escuelas de artes y oficios en todas las capitales departamentales del Perú, a cargo de la congregación salesiana. Sin embargo, no fue hasta el 27 de septiembre de 1903 que se firmó el contrato para establecer una de estas escuelas en Cusco. La firma estuvo a cargo del Padre Siriaco Santinelli, inspector salesiano del Perú y Bolivia, y de Monseñor Falcón, obispo de Cusco.

¡Un sueño cumplido!

Desde el 24 de febrero de 1905, las expectativas del Cusco en la obra de Don Bosco no fueron defraudadas. Efectivamente, los hijos e hijas de Don Bosco contribuyeron significativamente a clausurar, para siempre, esta etapa de decadencia que había experimentado la ciudad imperial en su primer siglo de vida republicana.

En febrero de 1905, el P. Inspector Siriaco Santinelli, acompañado del P. Miguel Baldi, nuevo director de la nueva fundación, parten al Cusco.

En la imagen se puede ver al director de la escuela de Cusco, P. Miguel Ferrucio Baldi (en el centro), y al salesiano Francisco Paglia (quien se convertirá en el primer director de la Escuela Agrícola Salesiana de Yucay), junto con los primeros estudiantes de la Escuela Salesiana de Cusco.

Fuente: Archivo Histórico Salesiano

Conoce más de la historia de esta obra salesiana

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