Cuando mencionamos al Centro Catequético, ubicado en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Magdalena del Mar, lo relacionamos muy rápidamente con la presencia del padre Ennio; sin embargo, otros de los grandes artífices de su fundación y crecimiento fue el padre Marino De Pra SDB. Dos jóvenes salesianos impetuosos, llenos de vida y conocimientos que supieron identificar la raíz de algunos problemas de la sociedad de aquel entonces, que hasta hoy siguen vigentes. “No se puede hablar de educación ni de familia sino partimos de su núcleo original: la pareja de esposos”, afirmó el padre Ennio en 2020.
“Conocer al padre Ennio nos has hecho descubrir el amor de Dios”, sostienen Lyda Remi y Alberto Becerra, una pareja de esposos que llevan 37 años de casados, 35 de ellos fueron al lado del padre Ennio, en el Centro Catequético.
Una reforma educativa evangelizadora
En la década de los 70, el Gobierno peruano trabajaba en una reforma educativa transformadora, efectiva, profunda y humana. Como lo mencionó el presidente de aquel entonces, Juan Velasco Alvarado: “La Reforma Educativa constituye una necesidad esencial del desarrollo peruano y objetivo central de nuestra Revolución”.
Es en ese contexto donde invitan al padre Ennio a formar parte de este cambio, de manera muy particular en la educación ética, cívica y religiosa. “La nueva educación debe vigorizar las fuerzas espirituales de los educandos, con el objetivo de lograr hombres moralmente responsables, cívicamente formados y abiertos a todos los valores. La libertad religiosa, que el Estado respalda, está fundada en la dignidad de la persona humana”, se detalla en el informe de la Reforma de la Educación Peruana de 1970.
Los trabajos formativos desarrollados en el Centro Catequético, con el paso del tiempo, empezaron a dar sus primeros frutos. Se fortalecieron y expandieron a lo largo del Perú. Pero un nuevo reto estaba por iniciar. “Padre Ennio tuvo un espíritu revolucionario. Rompió paradigmas”, sostiene Lyda. Y sí, así es. Fue en 1976 cuando un nuevo capítulo en la vida del padre empezó escribirse. Entendió que la familia es la primera evangelizadora de la sociedad. Es donde inicia nuestra formación humana y cristiana. Es un lugar de encuentro y de acompañamiento.
Desde entonces se han implementado diversos programas formativos: para parejas, para padres de familia, programas de asertividad, programas de oración, entre otros. En la actualidad, jóvenes parejas, novios, esposos llegan al Centro Catequético Salesiano, y agradecen inmensamente esos años de formación.