Del 10 al 13 de julio, la comunidad de Kuyuntsa fue escenario del primer Encuentro Juvenil Achuar, una iniciativa pastoral impulsada por la parroquia local con el objetivo de fortalecer la identidad, la fe y el liderazgo juvenil entre los pueblos originarios de la cuenca del río Manchari.
Han pasado 12 años desde la muerte del P. Luis Bolla. Su herencia, una evangelización junto al pueblo achuar, permitió la formación de indígenas que hoy caminan hacia el ministerio. Él soñaba con una Iglesia con rostro indígena, anunciando el Evangelio sin arrancar la cultura ni las tradiciones. En sus caminatas y desvelos pensaba cómo ofrecer educación sin hacer perder la identidad achuar.





Hoy existen escuelas iniciales, primarias y secundarias en la zona, pero muchas veces son profesores foráneos que no regresan.
Los achuar que logran prepararse deben responder a un sistema educativo que no considera su lengua ni cultura. Enseñar en español mientras se piensa en achuar hace de cada clase un viacrucis.
Ante esa realidad, la parroquia de Kuyuntsa ha implementado oratorios salesianos con estilo achuar en comunidades como Kuyuntsa, Checherta y Yankuntich. Y por primera vez se dio un Encuentro Juvenil Achuar con jóvenes participantes del oratorio.
Encuentro Juvenil Achuar Kuyuntsa
Todo comenzó en la comunidad de Sapap. Gracias al capitán Dani, de la aerolínea SAM (Servicio Aéreo Morona), llegamos a Wachirpas. Desde allí, cuatro días de viaje por río Pastaza hasta Andoas Nuevo y luego Kuyuntsa.
Para el encuentro nos acompañaron tres achuar del Ecuador: Gonzalo Sanchin Chapui, Marcial Chapui Kasap, animadores del Movimiento Juvenil Salesiano, y Kashijint Kaisar Kinkias, ministro de la Eucaristía (Jiikratin).



Desde el día 8 se visitaron residencias. Marcia acompañó a las señoritas, Gonzalo a los jóvenes, y junto al P. Rogger y el ayurkartin, se visitaron familias y se compartió la Eucaristía y el sacramento de la reconciliación. Incluso llegaron familias de otras comunidades a vivir los sacramentos.
El 10 comenzó el encuentro. Al ser la primera vez, había incertidumbre. Pero los oratorios previos ayudaron: los jóvenes no temieron participar, cantar y hablar en público, ya sea en achuar o en español. Los animadores fueron docentes y promotores achuar, con el apoyo del coordinador Cristóbal Machaca. La relación entre jóvenes y educadores traspasó las aulas: ellos se sintieron escuchados y valorados.
Los temas abordaron la diversidad personal, la vida en residencias, en el colegio y la comunidad. Con dinámicas, dibujos, juegos, se expresaron con libertad. Se hicieron concursos, preguntas sobre historia, materias y el oratorio salesiano. Hubo hasta un triple empate. En las noches, Kashijint dirigió oraciones y se proyectaron videos sobre la realidad achuar en Ecuador y Perú, todo en achuar.

Un momento especial fue la oración junto a la tumba del P. Bolla, en forma de bote. Los jóvenes cantaron un canto que, según la tradición, el padre reveló en sueños a un achuar, hoy parte del cancionero en lengua originaria.
A pesar del tiempo limitado y los contratiempos, el objetivo se cumplió. Circuitos de retos, juegos y cantos fortalecieron el espíritu del encuentro. Gracias totales a quienes lo hicieron posible. Con el corazón agradecido, esperamos que este no sea el último Encuentro de Oratorios Salesianos Achuar.
Escrito por. P. Rogger Valdivia, misionero salesiano.
Descubre más desde BOLETÍN SALESIANO
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.